Páginas

domingo, 10 de junio de 2012

LA DICTADURA DE LOS MERCADOS

Que no te engañen.

La democracia y su estado del bienestar como pilar fundamental que nos han enseñado a "disfrutar" desde recien nacidos, no son sino unas quimeras a través de las cuales un ente llamado MERCADOS controla hasta el menor de los procesos en nuestra rutina diaria.
Evolución de las dictaduras a lo largo de estos dos últimos siglos



En el pasado siglo XX, las dictaduras siguieron un mismo patrón. Un descontento social gradual se llegaba a tornar insostenible. Entonces, una figura unipersonal surgía para llevar al pueblo a la gloria a través de un tortuoso camino en el que el fin justificaba los medios. Esa bola de nieve se hacía cada vez más grande, hasta que era prácticamente imparable, si no era con otra bola en sentido contrario.

Por suerte o desgracia, las grandes masas no disponían de los instrumentos informativos con los que contamos hoy en día, la globalización era casi inexistente y su orden de prioridades distaba bastante del nuestro. por consiguiente, era mucho más sencillo manipular y/o adoctrinar a alguien que disponía de una única fuente de información, controlada por ese poder establecido.

Hoy en día, la masa social ha cambiado diametralmente. Cualquier persona de un país medianamente desarrollado puede acceder a cantidades ingentes de fuentes de información, cada una de ellas con un matiz diferente. La población ya no es mentalmente manipulable, puesto que el desarrollo y la globalización le ha dado herramientas que han diversificado su criterio, hasta hacerlo absolutamente incontrolable. 

Pues bien, esto no es problema para las cabezas pensantes de este nuestro maravilloso planeta. Dado que no han podido controlar a la sociedad por medio de la ideología como en el siglo XX, han decidido controlar a la sociedad por medio de su bolsillo.

¿Como? Muy sencillo. El Hitler del siglo XX ha pasado a ser ese ente llamado "Mercados" en el siglo XXI. Seguimos estando controlados y manipulados, solo que ahora lo estamos en contra de nuestra voluntad, arrastrados por el miedo en nuestro intento por mantener ese pedacito de "estado del bienestar" que nos queda.

Lo malo de este sistema es que los mercados no se guían por las decisiones de una persona con un criterio más o menos definido. En su lugar, sus efectos colaterales son consecuencia de muchísimos factores, entre ellos algunos tán disparatados como la rumorología o los partidismos de los medios de comunicación. 

Hablando claro, los destinos de millones de personas están directamente conectados a cualquier opinión de cualquier persona influyente, por disparatada que sea. Cualquiera de estos eruditos puede llevar a un país a la quiebra inexorablemente, simplemente extendiendo un rumor.

¿Queremos eso? ¿Este sistema es el que desea la mayoría de las personas? ¿Queremos vivir con miedo continuamente? ¿Queremos depender de las ideas de alguien que en su vida se ha manchado las manos, ni es consciente de la verdadera realidad de todos nosotros? Yo me resisto a creerlo.

UNA ALTERNATIVA ES POSIBLE.


No hay comentarios:

Publicar un comentario